miércoles, 13 de mayo de 2009

A Rodrigo Rosemberg

La verdad está en la misma historia que ha de juzgar el sacrificio de un hombre digno, que anuncio su propio martirio. Rodrigo Rosemberg, vives y vivirás en la mente de quienes ahora por esta tragedia te vemos y te leemos. Que tus asesinos intelectuales y materiales se den cuenta que con un corazón justo nunca se puede, porque el timbre de tu voz, sonará a lo largo y ancho de Latinoamérica, mas allá del propio latir de tu corazón, clamando por el dolor de quienes somos avasallados diariamente por el manto oscuro del poder económico, político y social. Que caiga el peso de la ley, sobre tus asesinos cobardes.

No hay comentarios: